Stephen Jay Gould
(1941-2002) fue un reconocido
paleontólogo y biólogo evolutivo además de profesor de la Universidad de
Harvard y trabajador en el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York.
En cuanto a su papel de escritor, es reconocido por sus muchos libros de
divulgación científica cuyo tema principal normalmente es la evolución.
Uno de ellos fue “El
pulgar del panda”. Este libro fue reimpreso como tal en 1980 a partir de algunos
de los ensayos que publicó en la revista Natural History que fueron separados
en 8 secciones.
En la primera
aparece el capítulo que da el nombre al título explicando que en realidad el “pulgar”
es un hueso llamado sesamoide radial. Un hueso de la muñeca que ha ido agrandándose
y alargándose hasta prácticamente ser igual de largo que el resto de los dedos y
que con una redistribución de la musculatura han hecho oponible esta estructura
para coger el bambú.
Lo que viene a
explicarnos en esta sección es que las rarezas, en términos del presente, son
las señas de identidad de la historia, son los restos que dejan a su paso. Otro
ejemplo serían las migraciones desde Brasil a la isla de Ascensión de las
tortugas Chelonia mydas.
En la segunda
sección, Darwiniana, se centra en la teoría de la Selección Natural de
Darwin, que curiosamente al mismo tiempo con pequeños matices descubrió Wallace.
Del Lamarckismo lo que me ha sorprendido es que aunque como teoría biológica de
la herencia genética es falsa (estoy de acuerdo con ello) sí sirve para
explicar la evolución cultural humana. Finalmente, se centra en si la evolución se da a nivel
genético, individual o de población.
Pasando a la evolución
humana, podemos leer uno de los ensayos más conocidos de Gould, “El
homenaje biológico a Mickey Mouse” que explica como la especie del ser humano
al igual que los dibujantes hicieron con Mickey, hemos ido adquiriendo rasgos neotenicos,
es decir, juveniles a lo largo de la evolución. Hemos enlentecido los ritmos de
desarrollo.
Uno de los
fraudes más escuchados en la antropología fue el fraude de Piltdown. Se vendió
como el descubrimiento de un eslabón intermedio entre mono y ser humano. En
realidad era un cráneo evolucionado de Homo sapiens con una mandíbula de
orangután con los dientes desgastados.
Gould también
explica que el gran punto de inflexión en la evolución humana fue el
bipedalismo hace aproximadamente 5 millones de años. Un cambio anatómicamente
difícil que hizo posible el posterior agrandamiento del cerebro.
En cuanto a La
ciencia y la política de las diferencias humanas, se da a conocer ciertos
ejemplos racistas que se dieron en el círculo científico. Midiendo las
dimensiones del cerebro Broca determino grados de inteligencia en el cual los hombres
caucásicos están en la cima. Las mujeres se pueden asemejar a los niños y el
resto de “razas humanas” como negros u orientales. También de manera racial, el
doctor Down puso el nombre de la trisomía 21 como idiocia mongólica porque esas
personas recordaban a los asiáticos,
raza inferior a los hombres blancos.
La quinta sección
trata del ritmo del cambio. Gould es el autor del equilibrio puntuado
junto con Eldredge. Teoría opuesta al gradualismo seguida por Darwin, que
explica que la evolución se ha dado por cambios drásticos de especiación en un momento dado aunque normalmente se está
en tranquilidad.
La antepenúltima
sección, La vida primitiva. El capítulo más destacado de ésta sección es
aquel en el que se describe como Kirkpatrick creyó haber descubierto numulosfera.
Eran organismos fósiles, que los llamo Eozoon, que se encontraban en rocas ígneas
y en el resto de las rocas terrestres. Proponía que eran los primeros
organismos con conchas. Esta hipótesis fue ridicularizada pero a la vez que
esta investigación, trabajo en la taxonomía de las esponjas que sirvió para
aclarar es parte de la biología.
En Fueron
despreciados y rechazados. Contiene cuatro artículos: dos sobre los
dinosaurios, uno sobre el dodo y otro sobre los marsupiales. Según Jay Gould
podría ser que la extinción del dodo siglo XVII impidiese la reproducción de
este árbol que precisa que la pulpa de su fruto sea disuelto para poder
fructificar, al extinguirse el dodo ninguna otra ave que se alimentase de este
fruto tenía la capacidad de destruir esta pulpa esto explicaría por qué el
árbol Calvaria se encuentra hoy en peligro de extinción en Mauricio.
Finalmente, Tamaño y tiempo, analiza el tiempo de vida de las especies diferentes dependiendo también de su ritmo vital. Por ejemplo, los mamíferos tendemos a latir nuestros corazones 800 millones de veces durante toda nuestra vida. Los pequeños, cuyos corazones laten más deprisa, mueren en consecuencia antes. Acaba el libro explicando que la fricción de las mareas inducidas por la Luna lleva como corolario dos consecuencias aparejadas en el tiempo: el frenado de la rotación de la Tierra, que produce una disminución de los días del año, y un incremento de distancia entre la Tierra y la Luna.
Como observación
personal, el libro me ha parecido muy interesante y fácil de seguir. No puedo
destacar ninguna sección ya que en todas ha habido capítulos que me han hecho
reflexionar y aprender un poco más, por tanto, recomiendo este libro para los
que quieran saber un poco de la historia de la evolución.
Andrea Vadillo Dieguez
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